Si yo fuera Trabajador Público
Si yo fuera Trabajador Público en Costa Rica, tendría claro que mi salario lo paga la ciudadanía con sus impuestos, y por lo tanto, mi deber principal sería servir con eficiencia, respeto y transparencia.
- Cumplir con puntualidad y responsabilidad
Llegaría a tiempo, cumpliría mis funciones y respetaría los plazos. Cada minuto de ineficiencia en el sector público cuesta dinero y desgasta la confianza ciudadana. - Trato digno a los usuarios
Atendería a cada persona con respeto, sin importar su condición social. Un trámite puede ser un simple papel para mí, pero para el ciudadano puede significar su salud, su empleo o su sustento. - Cero excusas, más soluciones
Evitaría el típico “no se puede” y buscaría opciones dentro de la ley y los reglamentos para resolver problemas. El servicio público debe ser puente, no obstáculo. - Uso correcto de los recursos
Cuidaría los equipos, vehículos, materiales y presupuesto como si fueran propios. Lo público no es de nadie en particular, pero es de todos en conjunto. - Capacitación constante
Me actualizaría en tecnología, normativas y buenas prácticas. Un trabajador público desactualizado se convierte en un freno para el desarrollo. - Transparencia y ética
Rechazaría cualquier forma de corrupción, favoritismo o tráfico de influencias. La ética no es un lujo en el sector público: es una obligación. - Orgullo de servicio
Recordaría siempre que trabajar en lo público no es un privilegio, es una responsabilidad. El verdadero prestigio de un funcionario no está en el puesto, sino en el impacto positivo que deja en la comunidad.
En resumen: si yo fuera Trabajador Público, serviría con la conciencia de que cada acción mía refleja la confianza que la sociedad pone en el Estado.