Defensor de los Habitantes

Si yo fuera Defensor de los Habitantes

Si yo fuera Defensor de los Habitantes en Costa Rica, asumiría que la tarea principal no es figurar en medios, sino proteger los derechos de las personas frente a los abusos, omisiones o excesos del Estado.

  1. Atención directa al ciudadano
    Implementaría ventanillas digitales y presenciales más ágiles para recibir quejas y denuncias, con plazos claros de respuesta. La gente debe sentir que acudir al Defensor vale la pena y no es un trámite inútil.
  2. Fiscalización sin favoritismos
    Señalaría públicamente a cualquier institución que viole derechos, sin importar el partido político en el poder. La Defensoría debe ser incómoda para quienes no cumplen con su deber.
  3. Protección de grupos vulnerables
    Priorizaría la atención a adultos mayores, niños, personas con discapacidad, migrantes y comunidades indígenas. Su voz suele ser la menos escuchada, pero es la que más necesita al Defensor.
  4. Informe anual con propuestas, no solo críticas
    Publicaría informes que no se queden en diagnósticos, sino que incluyan soluciones jurídicas y administrativas para que las instituciones corrijan de inmediato lo que está mal.
  5. Defensa del acceso a la información pública
    Intervendría en casos donde instituciones nieguen información que debería ser pública. El derecho a saber es esencial para que la ciudadanía pueda fiscalizar al Estado.
  6. Vigilancia de la calidad de los servicios públicos
    Revisaría con detalle temas como tiempos de espera en la Caja, tarifas de servicios, atrasos en infraestructura y abusos en cobros municipales. La Defensoría debe ser la voz que presione para que se resuelvan problemas concretos.
  7. Independencia total del poder político
    Evitaría cualquier vinculación partidaria. El Defensor de los Habitantes no es oposición ni oficialismo: es un contrapeso ciudadano frente al aparato estatal.

En resumen: si yo fuera Defensor de los Habitantes, pondría a la institución al servicio real de la gente, para que cada persona tenga un lugar donde reclamar justicia cuando el Estado le falla.